Uno de los aspectos que más influye a la hora de impartir las clases es la receptividad de los alumnos. Y esta se ve gravemente afectada cuando los estudiantes no han descansado las horas necesarias o suficientes.

Según diversos estudios la mayoría de los chicos en edad de acudir a los centros escolares descansan menos horas de las que son recomendables por lo que al cabo del día van arrastrando el cansancio acumulado. Y como esto se repite día a día llegar al final de la semana se convierte, en muchos casos, en algo complicado ya que su cansancio se va acumulando.

Es dificil motivar a alumnos que se muestran cansados y por eso aprovechamos este espacio para recordar a las familias acerca de la importancia que tiene que sus hijos descansen las horas oportunas.

Los alumnos que no descansan adecuadamente van a presentar mayores problemas de concentración y de motivación. Además se mostrarán más irascibles e irritados que el resto de compañeros de clase. Aunque parezca un asunto menor lo cierto es que es mucho más importante de lo que pueda parecer a simple vista. Debemos darle el verdadero valor que tiene.

Entre todos, familiares y comunidad educativa, debemos apoyar los valores que hacen que los alumnos se desarrollen en las mejores condiciones posibles y entre ellos el descanso es uno de los más importantes. Aunque también debemos contar con una buena alimentación, un lugar adecuado para el estudio e incluso con inculcar valores como la puntualidad, el esfuerzo, la responsabilidad, etc.

Si las familias y los profesores, maestros y tutores avanzamos por el mismo camino es más sencillo que los estudiantes alcancen sus objetivos. Y establecer unas rutinas cotidianas en las que se tenga en cuenta tanto las horas de sueño como el momento en el que se deben acostar debe formar parte de ello. ¡Es más importante de lo que pueda parecer a simple vista!